No nació; la inventó el pueblo porque el faltaba la abnegación de una madre, y la contención de un ángel. Como ángel que fue no tuvo nada y lo tuvo todo. Fue un chispa que se transformó en una llamarada que nadie pudo ni podrá apagar jamás. El poder y la gloria fueron la alfombra mágica bajo sus pies, para viajar directo al corazón de los argentinos más humildes. Las crónicas dicen que su vida duró muy poco ya que murió devorada por el cáncer a los 33 años y sólo actuó seis años en la vida política y social de la Argentina sin ocupar jamás un cargo
público: Pero todos sabemos que los ángeles ni nacen ni se mueren.
Hace 58 años que estamos privados de verte con los ojos. Hace 58 años, que te vemos con los ojos del alma para recordar que en cada necesitado está la misión indelegable de los que aprendimos a seguirte.
Eva Duarte de Perón, seguís siendo la estrella que guía nuestros pasos.”
A 58 años de la desaparición física de Eva duarte de Perón, es el mensaje del intendente Juan Carlos Apud.-