Luis Beltrán.- alumnos de la escuela rural 215 fabrican sus propias golosinas en lo que denominan como “kiosco saludable” y las venden en los recreos en lugar de las tradicionales. La idea surgió ante la presencia de niños con cierto grado de obesidad. Para ello convocaron a un cheff profesional –que fue seleccionado para participar del “Salone Internazionale del Gusto y Terra Madre” que se celebrarán del 21 al 25 de octubre en Turín- quien les enseñó cómo hacerlo y les dejó varias recetas. Además cuentan con el asesoramiento de una nutricionista.

La iniciativa fue propuesta y apoyada por la secretaría de Desarrollo Comunitario del municipio local, quien había hecho una primera experiencia en vacaciones de invierno con el cheff Mariano Navarro. Fue precisamente uno de los chicos que participó en esa ocasión quien solicitó que se repita la experiencia pero en la escuela a la que concurre, la número 215. Las autoridades de la escuela y docentes estuvieron de acuerdo y la semana pasada comenzaron a elaborar sus propias golosinas, con ingredientes que permitan una sana alimentación, pero que sean igual de atractivas que las golosinas tradiciones. Por ejemplo, reemplazaron el chocolate por la harina de algarroba que posee un sabor y color similar al derivado del cacao, y es mucho más sano, fundamentalmente para aquellas personas con tendencia a la obesidad.

“Se trabaja con chicos de entre 10 y 12 años. Todo empezó cuando una docente notó que varios chicos estaban con cierto exceso de pesos corporal lo que hacía preveer casos de obesidad en niños pequeños. La docente lo comentó y empezamos a ver que solución podíamos encontrar y coincidió con la propuesta de la secretaría de desarrollo. Acá en la zona de chacras hay que multiplicar la creatividad para atender no sólo la cuestión eductaiva sino todo lo demás. Y en ese sentido vamos avanzando con varias cosas a la vez. Por ejemplo contamos con la colaboración de un artesano que viene y le enseña a los chicos, y los propios alumnos están fabricando juegos y juguetes de madera tales como tableros de ajedrez, de damas, dominó, autitos entre otras cosas. Hay un grupo de mamas que fabrican bolsas para los mandados y los venden en las ferias y exposiciones de artesanías; y todo eso genera a la vez ingreso de recursos para la escuela” explicó la directora del establecimiento Claudia Barrera.

El curso-taller en la escuela rural, fue dictado por el joven cheff internacional choelense Mariano Navarro, quien fue convocado -como representante de la Patagonia- al “Salone Internazionale del Gusto y Terra Madre que se celebrarán del 21 al 25 de octubre en Turín, una exposición de comida universal organizada por el movimiento ‘Slow Food’, el cual tiene como objetivo principal por un lado luchar contra la estandarización del gusto y por otro, la conservación de las tradiciones gastronómicas regionales. “Los chicos se entusiasmaron con esto y les gustó. Es lo que venimos proponiendo desde hace tiempo adonde podemos; comer sano y rico. Estas golosinas no tiene grasas saturadas, poseen alto valor nutricional, fibras y las incorporan a través del sabor y del juego. Ellos consumen lo que les gusta y es ahí en donde hay que hacer hincapié, en darles sabores muy agradables, pero con elementos saludables. Por eso le pusimos kiosco saludable a la iniciativa. Hicimos unas trufas de chocolate que son la delicia de los chicos y sin embargo no es chocolate, es harina de algarroba, que es muy parecida, es riquísima y sana, porque es natural, hecha con la chaucha del algarrobo: Trabajamos con cuatro grupos por separado, en un encuentro con cada grupo” señaló Navarro.-