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La guardería es ilógica; los chicos no se pueden guardar
8/12/2010 | Publicado por
fotosdelaweb
Choele Choel.- En esta ciudad, a partir del proyecto de quien ganó por concurso la titularidad de las guarderías, pretenden transformar a estos espacios en Centros de Desarrollo Integral del niño. Desde julio del 2009, Rubén Delgado conduce esos espacios. Hoy en pleno proceso de transformación, sostiene que la palabra gradería “es anacrónica. El nombre ‘guardería’ es ilógico; los chicos no se guardan” afirma.
Hay dos edificios y 25 personas dedicados a cuidar a unos 100 niños de lunes a viernes desde las 7 y hasta las 18.30 horas en los barrios Maldonado y Villa Unión. Allí concurren niños desde los 3 meses a los 4 años de edad, muchos de ellos de clases sociales acomodadas, aunque se prioriza el espacio a las familias de menores recursos, porque –ante todo- la comuna pretende brindar un servicio social, donde las familias de clases sociales bajas, puedan dejar sus hijos y trabajar. Los padres o tutores, pagan una cuota mensual de 50 pesos, aunque en casos especiales se exceptúa el pago y se hace cargo la comuna También se reciben los chicos de clases sociales pudientes, pues –entienden- es una buena oportunidad de integrar clases sociales, en una comunidad que por su dimensión, no debiera tener estas diferencias. En estos centros, los pequeños, comparten actividades recreativas y formativas, paralelamente al cuidado que se les brinda en reemplazo de sus progenitores durante el tiempo que permanecen allí.
“Lo que recomendamos es que los niños estén sólo un turno allí, aunque por razones especiales hay excepciones. Lo que entendemos es que si están en dos turnos, hay un espacio de tiempo demasiado grande por día de falta de contacto del niño y sus padres, mientras se crea un lazo afectivo muy fuerte que la chica que los cuida y está con ellos. Pero para que el chico esté cuidado integralmente, durante esas horas hay juegos, entretenimientos y actividades educativas de acuerdo a las distintas edades” explica Delgado.
Haciendo un poco de historia, se puede decir que en el 2009, el gobierno local llamó a concurso para cubrir el cargo de director de las guarderías, pero con el propósito de que los chicos tengan un tratamiento diferente a las guarderías tradicionales. Rubén Delgado, Trabajador social, quien tuvo la experiencia de trabajar en el centro de menores involucrados en delitos, “El Maruchito”, presentó el proyecto que “enamoró” al ejecutivo local, que se impuso a otros cuatro, varios de ellos presentados por docentes.
“El cambio parece haber sido positivo, si se tiene en cuenta que familias pudientes optan por este lugar, antes que por contratar niñeras. Y hoy confluyen allí los hijos de un médico, junto al nene de una madre cuyo único ingreso es un plan asistencial. Esta integración es muy interesante porque rompe la barrera de las clases sociales, poniendo a los niños, en esta edad en que están formando su identidad, en un plano de igualdad. Además, las chicas que trabajan ahí me han hecho saber que están muy satisfechas por la capacitación que se les da y por la recategorización y valoración de su trabajo. Les vamos a cambiar el anacrónico nombre de guardería por otro que puede ser Centro de desarrollo infantil o centro infantil, aún no lo se, lo decidiremos entre todos” expresó el jefe comunal Ricardo Calvo.
Desde julio del 2009, Delgado inició un proceso de reestructuración que está en marcha y que –según él mismo señala- “aún resta mucho por cambiar”.
“Lo primero que hicimos fue convocar a profesionales que pudieran capacitar al personal y nos fijamos reglas básicas de trabajo como libro de parte diario donde se asientan cada una de las actividades, vistas y demás cosas que pasen en el día. Se hizo un registro de cada chico, un legajo, con toda la historia del niño y su familia para poder atenderlo adecuadamente. No había nada, ni un registro ni nada que nos diera aunque sea datos de la historia de la guardería que tiene más de 30 años. Así que fue una tarea ardua. También hubo que reestructurar la comunicación interna, y una organización que nos permite tener recurso humano de trato directo con los chicos, que por una cuestión afectiva, tratamos de que siempre la misma persona trate con los mismos chicos; y hay personal –los responsables de turno- quienes están a disposición de las chicas que atienden a los niños para que hagan de nexo conmigo; y yo, hago lo propio con las áreas municipales en caso de que haga falta atender en algún aspecto a alguna familia. Pretendemos que se transforme en un Centro de Desarrollo infantil. No somos jardín maternal, porque no tenemos docentes de esa especialidad, pero hacemos un trabajo similar en algunos aspectos” asegura el Trabajador social.-
Hay dos edificios y 25 personas dedicados a cuidar a unos 100 niños de lunes a viernes desde las 7 y hasta las 18.30 horas en los barrios Maldonado y Villa Unión. Allí concurren niños desde los 3 meses a los 4 años de edad, muchos de ellos de clases sociales acomodadas, aunque se prioriza el espacio a las familias de menores recursos, porque –ante todo- la comuna pretende brindar un servicio social, donde las familias de clases sociales bajas, puedan dejar sus hijos y trabajar. Los padres o tutores, pagan una cuota mensual de 50 pesos, aunque en casos especiales se exceptúa el pago y se hace cargo la comuna También se reciben los chicos de clases sociales pudientes, pues –entienden- es una buena oportunidad de integrar clases sociales, en una comunidad que por su dimensión, no debiera tener estas diferencias. En estos centros, los pequeños, comparten actividades recreativas y formativas, paralelamente al cuidado que se les brinda en reemplazo de sus progenitores durante el tiempo que permanecen allí.
“Lo que recomendamos es que los niños estén sólo un turno allí, aunque por razones especiales hay excepciones. Lo que entendemos es que si están en dos turnos, hay un espacio de tiempo demasiado grande por día de falta de contacto del niño y sus padres, mientras se crea un lazo afectivo muy fuerte que la chica que los cuida y está con ellos. Pero para que el chico esté cuidado integralmente, durante esas horas hay juegos, entretenimientos y actividades educativas de acuerdo a las distintas edades” explica Delgado.
Haciendo un poco de historia, se puede decir que en el 2009, el gobierno local llamó a concurso para cubrir el cargo de director de las guarderías, pero con el propósito de que los chicos tengan un tratamiento diferente a las guarderías tradicionales. Rubén Delgado, Trabajador social, quien tuvo la experiencia de trabajar en el centro de menores involucrados en delitos, “El Maruchito”, presentó el proyecto que “enamoró” al ejecutivo local, que se impuso a otros cuatro, varios de ellos presentados por docentes.
“El cambio parece haber sido positivo, si se tiene en cuenta que familias pudientes optan por este lugar, antes que por contratar niñeras. Y hoy confluyen allí los hijos de un médico, junto al nene de una madre cuyo único ingreso es un plan asistencial. Esta integración es muy interesante porque rompe la barrera de las clases sociales, poniendo a los niños, en esta edad en que están formando su identidad, en un plano de igualdad. Además, las chicas que trabajan ahí me han hecho saber que están muy satisfechas por la capacitación que se les da y por la recategorización y valoración de su trabajo. Les vamos a cambiar el anacrónico nombre de guardería por otro que puede ser Centro de desarrollo infantil o centro infantil, aún no lo se, lo decidiremos entre todos” expresó el jefe comunal Ricardo Calvo.
Desde julio del 2009, Delgado inició un proceso de reestructuración que está en marcha y que –según él mismo señala- “aún resta mucho por cambiar”.
“Lo primero que hicimos fue convocar a profesionales que pudieran capacitar al personal y nos fijamos reglas básicas de trabajo como libro de parte diario donde se asientan cada una de las actividades, vistas y demás cosas que pasen en el día. Se hizo un registro de cada chico, un legajo, con toda la historia del niño y su familia para poder atenderlo adecuadamente. No había nada, ni un registro ni nada que nos diera aunque sea datos de la historia de la guardería que tiene más de 30 años. Así que fue una tarea ardua. También hubo que reestructurar la comunicación interna, y una organización que nos permite tener recurso humano de trato directo con los chicos, que por una cuestión afectiva, tratamos de que siempre la misma persona trate con los mismos chicos; y hay personal –los responsables de turno- quienes están a disposición de las chicas que atienden a los niños para que hagan de nexo conmigo; y yo, hago lo propio con las áreas municipales en caso de que haga falta atender en algún aspecto a alguna familia. Pretendemos que se transforme en un Centro de Desarrollo infantil. No somos jardín maternal, porque no tenemos docentes de esa especialidad, pero hacemos un trabajo similar en algunos aspectos” asegura el Trabajador social.-
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